Hubble study supernova DEM L71 on the LMC
DEM L71 Supernova. Credit: ESA/Hubble & NASA, Y. Chu |
Several thousand years ago, a star some 160,000 light-years away from us exploded, scattering stellar shrapnel across the sky. The aftermath of this energetic detonation is shown here in this striking image from the NASA/ESA Hubble Space Telescope’s Wide Field Camera 3.
The exploding star was a white dwarf located in the Large Magellanic Cloud (LMC), one of our nearest neighbouring galaxies. Around 97 percent of stars within the Milky Way that are between a tenth and eight times the mass of the sun are expected to end up as white dwarfs. These stars can face a number of different fates, one of which is to explode as supernovae, some of the brightest events ever observed in the universe. If a white dwarf is part of a binary star system, it can siphon material from a close companion. After gobbling up more than it can handle — and swelling to approximately one and a half times the size of the sun — the star becomes unstable and ignites as a Type Ia supernova.
This was the case for the supernova remnant pictured here, which is known as DEM L71. It formed when a white dwarf reached the end of its life and ripped itself apart, ejecting a superheated cloud of debris in the process. Slamming into the surrounding interstellar gas, this stellar shrapnel gradually diffused into the separate fiery filaments of material seen scattered across this skyscape.
Image credit: ESA/Hubble & NASA, Y. Chu
Source: NASA, ESA/Hubble, Wikipedia
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El Hubble investiga la supernova DEM L71 en la GNM
Type Ia supernova. Credit: NASA |
Hace varios miles de años, una estrella a unos 1600.000 años luz de distancia de nosotros explotó, esparciendo metralla por el cielo. Las secuelas de esta energética detonación se muestran aquí en esta espectacular imagen del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA con la cámara de gran ángulo 3.
La estrella que explotó era una enana blanca situada en la Gran Nube de Magallanes (GNM), uno de nuestras más cercanas galaxias vecinas. Alrededor del 97 por ciento de las estrellas dentro de la Vía Láctea que tienen entre una décima parte hasta o veces la masa del Sol se espera que acaben como una enana blanca. Estas estrellas pueden afrontar un numero diferente de destinos, uno de los cuales es explotar como una supernova, siendo de los eventos más brillantes observados en el Universo. Si una enana blanca forma parte de un sistema binario de estrellas, podría atraer material de una acompañante cercana. Y tras acaparar más de lo que podría sustentar — hinchándose hasta aproximadamente una vez y media el tamaño del Sol — la estrella se haría inestable inflamándose como una supernova Tipo Ia.
Este fue el caso de los restos de supernova fotografiados aquí, y que se conocen como DEM L71. Se formó cundo una enana blanca concluyo su vida y se destruyó así misma, expulsando una nube de material supercaliente en el proceso. Chocando contra el polvo gas estelar de los alrededores, esta metralla estelar se difumino gradualmente en los ardientes filamentos de material que se muestran esparcidos por los alrededores de este fondo estelar.
Fuente: NASA, ESA/Hubble, Wikipedia